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Los implantes dentales son aditamentos, fabricados preferentemente de titanio químicamente puro , que actúan como raíces artificiales sustituyendo dientes ausentes o perdidos por cualquier causa, capaces de integrarse de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.

Sobre cada implante, se asentará la corona o prótesis dental y en él podemos distinguir, a semejanza del diente natural:

  • Fijación implantológica o implante dental (porción que queda bajo la encía)
  • Pilar transepitelial (porción de la fijación que emerge en la boca)
  • Corona o prótesis (que recubre al pilar y es apreciable en boca)

 

Proceso de colocación de implantes dentales

La primera información sobre implantes es facilitada por el dentista, tras su estudio, a menudo se necesita la colaboración de otros profesionales con conocimientos especiales de periodonciaprótesis u otras áreas de la odontología y de la medicina.

Al conjunto de profesionales que intervienen para reestablecer su salud bucal mediante tratamientos con implantes dentales, se le conoce como “El Equipo Implantológico”.

El proceso completo en torno a la colocación de implantes habitualmente incluye:

–          Fase inicial de estudio y planificación.

–          Una o varias actuaciones durante la fase quirúrgica.

–          Fase restauradora o protésica.

–          Fase de mantenimiento.

 

Fase inicial de estudio y planificación

Durante la fase de estudio y planificación se precisa la realización de una radiografía panorámica u ortopantomografía al menos, siendo, en muchos casos, necesaria la realización de una TAC para ver la situación ósea del paciente en tres dimensiones y de esta manera valorar cual es la mejor posición en la que podemos  colocar el o los implantes dentales. La colocación de los implantes dentales requiere de una o varias intervenciones quirúrgicas para preparar el lecho óseo e instalar los implantes.

Fase quirúrgica

Dependiendo de cada caso, esta colocación se puede realizar en una o dos etapas o actos quirúrgicos.

Si el procedimiento quirúrgico se realiza en dos fases, en la primera se inserta el implante, dejándolo totalmente cubierto por encía durante un período de tiempo variable, aproximadamente 2-3 meses. En la segunda fase se realiza una pequeña incisión en la encía para comprobar el buen estado del implante y efectuar la conexión del pilar que queda en contacto con el medio bucal y servirá de unión a la futura prótesis.

Cuando el implante se coloca en una sola etapa quirúrgica, que hoy día se realiza cada vez más frecuentemente, se instala la fijación o implante y a la vez un componente de conexión que queda en contacto con el medio bucal, denominado pilar transepitelial o de cicatrización, evitando así la segunda fase antes mencionada y la necesidad de una cirugía posterior a la colocación de los implantes.

Hay que tener en cuenta que no siempre colocamos implantes para sustituir una pieza ya ausente, si no que en ocasiones la extracción de la pieza va unida al tratamiento previsto para la colocación del implante, de modo que debemos tener en cuenta el proceso a seguir y valorar la posibilidad de realizar la extracción y posterior cirugía implantológica en un mismo acto quirúrgico. Depende de la causa de la pérdida de los dientes. Esta opción puede ser posible si la pérdida se ha producido en ausencia de infección y con un lecho óseo sano o no alterado. En caso de existir infección o haberse producido alteraciones de la calidad o cantidad del hueso, es aconsejable esperar un tiempo a la normalización del lecho óseo que recibirá al implante, pues de lo contrario puede comprometerse la fiabilidad del tratamiento. En estas situaciones, cuando el caso lo requiere por necesidades estéticas o funcionales, se puede confeccionar una prótesis provisional, fija o removible que le permita sobrellevar el tiempo de espera de forma confortable.

La duración del período de espera dependerá de cada paciente.

Una vez realizada la cirugía, el paciente lleva una vida normal mientras se consigue la integración del implante en el lecho óseo acudiendo a su dentista para revisiones periódicas. Pasado el tiempo de espera necesario en cada caso, variando entre 2 y 3 meses normalmente, podemos empezar con la fase restauradora en la hacemos las distintas pruebas necesarias para la confección de la prótesis sobre implantes en el laboratorio. Para ello utilizamos una serie de medidas de siliconas y otros componentes con los que conseguimos una fiel replica de la posición del implante con respecto a las demás piezas dentales, que enviamos al protésico y lograr así un perfecto ajuste de la prótesis en  su colocación final.

Fase restauradora o protésica

Finalmente todo este proceso nos lleva a la confección de una prótesis  que atornillamos a la base  del implante que actúa como raíz artificial. En este caso las fotos del articulo reflejan casos de prótesis unitarias en las que hay una única ausencia dental y solo es necesaria  la colocación de un implante al que atornillamos una sola pieza cerámica. No obstante podemos llegar a sustituir arcadas completas en casos en los que nos enfrentamos a pacientes totalmente desdentados. De este modo podemos colocar prótesis completas totalmente atornilladas sobre 6-8 implantes o incluso prótesis sujetas a dispositivos de anclajes atornillados sobre 3-4 implantes. Estos casos necesitan un estudio exhaustivo de la presencia de hueso y diseño de la prótesis que mejor se adecúe a las necesidades de nuestro paciente.

Fase de mantenimiento

Los tratamientos mediante implantes han demostrado en múltiples estudios de investigación un elevado grado de seguridad. Esta seguridad se basa en la existencia de unos protocolos de control y mantenimiento exhaustivos. De ahí que cualquier paciente con implantes deba llevar a cabo las mismas sesiones de revisión y mantenimiento de sus implantes que con el resto de su boca. La necesidad de establecer la adecuada vigilancia y los cuidados de mantenimiento periódico se ve justificada para evitar tanto contaminaciones bacterianas como los posibles desajustes de las prótesis por el desgaste que la función y el paso del tiempo pueden ocasionar.

Las revisiones de mantenimiento van dirigidas a controlar la evolución del tratamiento detectando precozmente cualquier situación desfavorable que pudiera producirse y actuando en consecuencia. En el caso más probable de que no aparezcan problemas, se ejecutan rutinas diagnósticas y preventivas dirigidas a garantizar la salud a largo plazo del tratamiento que son individualizadas por el equipo implantológico para cada caso concreto.

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